En un mundo globalizado, frecuentemente tratamos con personas de culturas distintas a la nuestra. Estas diferencias pueden ser inconscientemente ignoradas y dificultar el desarrollo de una comunicación adecuada. Conocer estas, y saber cómo manejarlas, puede ayudarnos a entablar mejores relaciones, a fin de que nuestra interacción con estas personas sea más fructífera.
Ninguna variable que se usa para evaluar las concepciones o percepciones de un ser humano funciona de manera idéntica para todos los individuos de un mismo grupo. Estas nos sirven como aproximaciones para tratar de manera más eficaz con otras personas, reduciendo el riesgo de errores en la comunicación.