El concepto “crímenes en serie” tiene como nota característica esencial el móvil como motor del comportamiento del sujeto. A diferencia de los móviles que tradicionalmente empujan al individuo al delito (pasionales, económicos, de venganza) y que suelen hacerse patentes desde el inicio de la investigación en muchos casos, las necesidades que impulsan y guían en el crimen violento en serie son siempre invisibles (puesto que están únicamente en la mente del delincuente), personales, al formar parte del propio constructo psicológico de cada uno de ellos, y en consecuencia distintas e individualizadoras.