ARTÍCULO DE OPINIÓN: El fenómeno del "Movimiento Okupa" en España y la irrupción de las "Mafias de la Okupación"

     La delincuencia organizada es dinámica, incapaz de descansar y totalmente adaptable a cualquier tipo de situación. A raíz del 2008 distintas organizaciones criminales observarían una clara oportunidad en el mercado de la vivienda para realizar sus particulares prácticas delictivas. La propia Exposición de Motivos de la Ley 5/2018, de 11 de junio, en relación a la ocupación ilegal de viviendas apunta el increíble auge de estos movimientos en España, “(…) es así como han aparecido también fenómenos de ocupación ilegal premeditada, con finalidad lucrativa y, que aprovechando de forma muy reprobable la situación de necesidad de personas y familias vulnerables han realizado actuaciones ilegales por motivaciones diversas, pocas veces respondiendo a la extrema necesidad”[8]

     A propósito, la ocupación ilegal de viviendas se trata de un auténtico nicho de mercado para la delincuencia organizada. Y es que, al menos, el 75 % de las ocupaciones ilegales que se producen en Madrid están realizadas por grupos totalmente organizados. Estos datos fueron facilitados por la delegada del Gobierno, Concepción Dancausa en el año 2017[9].

     De este modo, las “mafias extorsionadoras” consiguen sacar rédito de lo que a priori es una situación de grave precariedad para miles de familias que no tienen un techo bajo el que cobijarse. Si bien ya conocemos de qué son capaces estos grupos, resulta de crucial interés que, llegados a este punto, nos cuestionemos cómo actúan estas “mafias”, es decir, pasar a comprender su modus operandi.

     Expertos en la materia, como, Daniel Esteve, director de seguridad y propietario de la empresa “Desokupa”, en una entrevista concedida a los medios narra cómo actúan estas peligrosas organizaciones criminales. Según él, éstas, entran violentamente en los pisos, y se instalan con un colchón. Evidentemente, la intencionalidad de estos sujetos que han entrado no es la de vivir o asentarse en esas viviendas de manera indefinida, tal y como realizan los “okupas por necesidad”- entendidos estos como aquellos okupas que sí tienen una verdadera necesidad habitacional y bajos recursos-. En estos casos, las organizaciones criminales esperan la llegada del legítimo propietario para demandarle una cantidad de dinero si desea que éstos abandonen su vivienda[10].

    A su vez, la problemática de estas organizaciones se da, cuando algunos de los legítimos propietarios, al observar que no disponen de las herramientas jurídicas suficientes para afrontar la situación, acaban cediendo ante la extorsión y por tanto pagando las desproporcionadas cifras que exigen estos auténticos profesionales delincuenciales, retroalimentando así su negocio ilícito.

   En suma, las conocidas como “Mafias de la Ocupación” encontrarían a raíz de la crisis inmobiliaria del 2008 un auténtico nicho de mercado en el fenómeno de la ocupación ilegal. Estas “mafias” están totalmente organizadas y realizan estudios minuciosos de la situación inmobiliaria en cada zona.