EL SISITEMA DE LOS CRIPTOACTIVOS: NUEVO ALIADO DE LAS ESTAFAS
Autor: Marta González
Resumen:
Vivimos un momento social en el que la realidad discurre mucho más veloz de lo que nuestra mente es capaz de procesar. Ello nos brinda la oportunidad de fluir acompasados a los acontecimientos que nos interpelan, al tiempo que incrementa nuestras ganas de aprender y descubrir más sobre el mundo y el potencial que tenemos en el mismo.
Sin embargo, no se nos puede olvidar, como ciudadanos que somos, que el cambio social ha de ir necesariamente acompañado de información, criterio y prudencia, para mantener sociedades estables construidas por personas que piensan por sí mismas, con la única influencia del sentido común propio innato en todo ser humano.
Dentro de este vertiginoso cambio social, hoy en día juega un papel ineludible el campo del denominado “metaverso” y los llamados “criptoactivos”. Términos a priori extraños y reacios en la imaginación colectiva, pero que cada vez ejercen más ruido y dan pie a más opiniones, reflexiones, y propuestas de estos como los nuevos gobernantes del futuro.
Ante esta situación, la criminología, como ciencia introspectiva que es ante las posibles amenazas a la seguridad de las personas, ha activado como alarma la ya reciente y observada utilización por parte de estafadores de estos criptoactivos como medio para conseguir sus fines ilícitos. Estos se aprovechan de la falta de información generalizada y del desequilibrio existente entre el dinamismo socio tecnológico, y la capacidad de razonamiento humano a la que éste sobrepasa.
Para orientar mejor el modo de proceder de estas estafas, veamos unas ligeras pinceladas acerca de las criptomonedas que, sin duda, debido a su complejo comportamiento, requieren más información por parte del lector para su comprensión.
¿Qué son las criptomonedas y que las diferencian de la moneda tradicional?
Las criptomonedas, denominadas como “criptodivisas” o “criptoactivos”, son también conocidas en el lenguaje anglosajón desde su origen en 2009 como “bitcoins”, representando aquellos activos digitales que funcionan como medios de intercambio. Su característica esencial radica en la utilización de métodos criptográficos para asegurar sus transacciones financieras, al tiempo que controlan la creación de nuevas unidades y verifican la transferencia de activos, garantizando su titularidad.
Una criptomoneda, a diferencia de la moneda tradicional, no puede percibirse de manera física, sino que figuran almacenadas y registradas en una cartera digital; una base de datos descentralizada denominada “blockchain”. Usualmente, son adquiridas a través de un agente de cambio, un sitio web, un cajero ATM de criptomonedas, o a través de un proceso complejo denominado “minería”, mediante un sistema de computación.
Su producción y funcionamiento se encuentra sujeto a fluctuaciones, bajadas y subidas de precio e incluso a la evaluación del mercado en cada momento determinado. Una característica especial de las criptomonedas es su irreversibilidad, es decir, una vez realizada la transacción, sea compra o venta, no es posible cancelar la operación.
A diferencia de la moneda tradicional, constituyen divisas descentralizadas que no tienen la consideración de medio de pago a nivel gubernamental. Es decir; no se encuentran reguladas, respaldadas, ni controladas por ninguna institución como un banco central o autoridad pública. A su vez, no requieren intermediarios en las transacciones, no empleando más control que el establecido por el blockchain anteriormente referido.
Estrechamente ligado a la falta de regulación, se encuentra la ausencia de mecanismos de protección y garantía al cliente inversor. Es por ello que la Comisión Europea ya se encuentra en proceso de elaborar una regulación que permita ofrecer cierta seguridad jurídica a los inversores que decidan adentrarse en transacciones a través de este medio digital de intercambio.
La importancia de una regulación en la materia se evidencia indudablemente, en el tema que ofrece un espacio a este artículo: una red donde fluctúan grandes cantidades de dinero, sin sujeción a ley alguna y rodeada de identidades anónimas, donde prima la ambición por ganar dinero fácil mientras se carece de los conocimientos necesarios, se convierte en el caldo de cultivo perfecto para oportunidades delictivas mediante estafas.
¿Cómo operan las estafas a través de las criptomonedas?
Los estafadores están usando las mismas tácticas de probada eficacia, con la única salvedad de que ahora están exigiendo pagos en criptomonedas. Se hacen pasar por representantes de negocios, relaciones románticas, agencias del gobierno, entre otras.
Estas estafas se pueden producir a través de websites fraudulentas, aplicaciones móviles falsas, redes sociales, email, webs de citas, etc. La vía más común es la captación a través de anuncios y ofertas en las redes sociales, solicitando cantidades de criptomonedas y enviando mensajes alentadores como recompensa.
Es asimismo común su tendencia a garantizar ganancias o altos rendimientos a través de este sistema. No confíe en las personas que le prometan que puede ganar dinero rápida y fácilmente en el mercado de criptomonedas. Esto es algo aplicable tanto a las personas físicas, como las empresas, víctimas habituales de las denominadas “estafas piramidales”, “esquemas ponzi” o “chiringuitos financieros”.
Todo lo que una estafa con criptomonedas implica: anulación cognitiva y volitiva.
Es noticia de actualidad, que entre mediados y finales de abril de este mismo año, una investigación policial en España ha desarticulado una red que creaba empresas para, entre otras cosas, estafar usando las criptomonedas para blanquear sus beneficios.
La empresa organizadora en cuestión, que recibe el nombre de IM Mastery Academy, está siendo acusada de ser una estaba piramidal y emplear medios de captación y técnicas propias de sectas basadas en persuasiones coercitivas.
Se hacía pasar por una “academia online de inversiones en criptomonedas”. Su modus operandi pasaba por la captación de jóvenes bajo la promesa de ganar dinero en poco tiempo, sin trabajar, y una vez captados, pidiéndoles abandonar su casa y familia, a cambio de recibir información que les permitiera invertir en estos activos digitales. Se grababan clases virtuales en vídeo, fomentando la compraventa de opciones binarias y operaciones con apalancamientos, prohibidas en España y en toda la Unión Europea.
Bajo discursos motivacionales, vendían felicidad, prosperidad y un estilo de vida, que situaba a los más jóvenes como un colectivo vulnerable y fácil de persuadir y engañar, al tiempo que les incentivaban a captar gente y añadir más adeptos a su programa. Concretamente, entre las víctimas de esta estafa, los investigadores detectaron menores de edad con nivel de estudios básicos y muy escaso conocimiento de los mercados financieros, sin formación ni experiencia previa en inversiones bursátiles.
Los familiares han relatado como sus hijos, en pocos meses, cambian de personalidad, dejando sus estudios, trabajos y abandonando su casa ensimismados con las promesas de esta academia.
Conclusión
El campo de las criptomonedas es dinámico, complejo y novedoso. Como se comentaba al inicio de este artículo, requiere de mucha información, criterio y prudencia. Es posible que, como ya se apunta por los expertos, sea el futuro medio de pago, requiriendo una regulación y protección propia de un Estado de Derecho.
Mientras tanto, es una vía más añadida a las opciones atractivas que los estafadores contemplan como modo de conseguir sus objetivos. Las ambiciones de los jóvenes, la curiosidad que despiertan estos activos digitales e intangibles, las ganas de ganar dinero y disfrutar al mismo tiempo de una vida de lujos sin preocupaciones ni horarios de oficina, sumado a la gran desinformación en materia financiera, se convierten en el caldo de cultivo perfecto.
Se debe estar siempre alerta ante las cosas que desconocemos. Por muy rápida que cambie la realidad ante nosotros, hemos de ser capaces de congelarla y filtrarla a través de nuestra razón para poder aceptarla con criterio y seguridad.
Marta González
BIBLIOGRAFÍA
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