A día de hoy, y como nos ha demostrado la historia, existen diferentes tipologías de llevar a cabo la guerra, las cuales han sufrido una evolución a lo largo del tiempo, desde la Guerra Convencional en los primeros tiempos y hasta el establecimiento de la Zona Gris, términos que se detallan a continuación.

Cuanto más nos alejamos en el tiempo más clara es la definición de la llamada Guerra Convencional, la cual se caracteriza por el empleo de una gran cantidad de medios militares en el campo de batalla, siendo la potencia de mayor entidad la que tiene la ventaja sobre la de menor entidad, estando la zona del conflicto especialmente delimitada y conocida por ambos actores, cuyo objetivo principal es la destrucción del rival y su rendición.

Como era de esperar, esta tipología se ha encontrado con innumerables aspectos negativos, los cuales están haciendo que no sea tan común su uso en la actualidad, aunque a decir verdad, no se ha dejado de utilizar a pesar de todos estos.

El primero de ellos es que requiere un gasto enorme en varias líneas. En la línea económica tanto por el elevado coste del material y equipo a utilizar, como por la logística requerida para su traslado y puesta en funcionamiento en el lugar adecuado para su misión. En la línea material, ya que se va a perder todo el que utilicemos, debiendo reposicionarlo a continuación para que las capacidades no sufran merma alguna. Y, por último, en la línea personal, debido al gran número de personas que necesitamos emplear para este tipo de despliegue, ya sean operarios o técnicos de cualquier rama, todos ellos susceptibles de causar baja, lo que conlleva una reducción en el número de personal operativo disponible y una merma de la moral psicológica del resto de personal.

El segundo aspecto negativo es el aumento de las armas de destrucción masiva que se poseen por diferentes potencias mundiales, las cuales son capaces hasta incluso de la autodestrucción del actor que las utilice.

El tercero, no por ello el último de una larga lista, nos lo encontramos con los cambios sociológicos que conlleva la evolución, lo que produce una clara condena pública a esta tipología de resolución de conflictos.

Todo lo anterior dio paso a lo que conocemos con el término de Guerra Híbrida, o Guerra asimétrica, que no es más que la utilización de todos los medios que hemos citado en los párrafos que preceden, en combinación con unas técnicas para el desgaste psicológico, económico y político entre otros, utilizadas al principio por las pequeñas potencias para poder obtener posibilidades de victoria entre los grandes adversarios. A día de hoy se observa como es utilizado por ambas partes para la persecución de sus objetivos. 

Ambas tipologías bélicas se enmarcan dentro de lo que se conoce como Guerra Abierta, lo cual quiere decir que la hostilidad o la enemistad está abiertamente declarada y conocida por todos los actores involucrados.

Tras añadir las capacidades de desgaste mencionadas, se incorpora una nueva terminología, la Zona Gris, que no es más que el desarrollo de esas mismas capacidades de merma y su implementación en un escenario difícil de designar, ubicado entre la guerra y la paz, que pasa desapercibido por parte del actor que lo está sufriendo ya que se distinguen por la gran dificultad para ser detectadas, junto con la eliminación de los ataques bélicos convencionales, pudiéndose realizar alguno de manera puntual a un objetivo concreto por unidades de entidad mínima y carácter especial.

La Zona Gris se caracteriza por la ambigüedad y por ser un conflicto encubierto, no declarándose abiertamente a las partes, y tiene el objetivo principal de la desestabilización en tres niveles, los cuales son el social, el político y el económico, provocando así la vulnerabilidad del adversario y la fácil obtención de los objetivos marcados.

Una vez realizada, de manera rápida y concisa, la evolución de los conflictos a lo largo de la historia, y con lo que nos atañe a día de hoy siendo objeto de estudio, observamos las características del conflicto entre Rusia y Ucrania, enmarcándolo dentro de la denominada Guerra Híbrida o Asimétrica. Esto es así debido a diferentes características que se han dejado ver a lo largo de dicho conflicto. 

Una de ellas se encuentra en el despliegue de medios bélicos en una zona determinada, en este caso la frontera entre Ucrania y Rusia, haciendo notar las capacidades militares que poseían los actores. Dicho despliegue nos dice que nos encontramos ante el posible comienzo de una guerra abierta, donde ambas partes ponen de manifiesto su enemistad y la dan a conocer al adversario. 

La siguiente se observa en el uso de las nuevas tecnologías,  medios de comunicación y redes sociales, para llevar a cabo campañas de información/desinformación, lanzando innumerables vídeos manipulados y “Fake news” persiguiendo tanto el desgaste del adversario como la justificación de las acciones propias.

Por último, una vez iniciado el conflicto, se ha visto el empleo de estrategias convencionales y un amplio abanico de material bélico,  tanto desplegado en diferentes zonas de gran conflicto, siendo el caso de los carros de combate y personal a pie, como apostado a distancia para alcanzar el blanco seleccionado de manera previa con éxito, como es el caso de los diferentes sistemas de armas, pongamos como ejemplo los intercontinentales.

Esto nos da a entender los dos escenarios diferentes en los que se está librando la batalla, tal y como define la Guerra Híbrida, el que se ubica sobre el mismo terreno y el que se libra con las campañas informativas mencionadas anteriormente.

A grandes rasos y, ante lo que muchos califican de forma errónea como Zona Gris, lo cual requeriría una guerra encubierta sin que uno de los actores llegue a percatarse de lo que realmente sucede a su alrededor, se puede afirmar que el actual conflicto entre Rusia y Ucrania es un claro ejemplo de lo que se ha denominado como Guerra Híbrida o Asimétrica por sus tan conocidas características que lo rodean, combinando estrategias y medios de la Guerra Convencional con el uso de las nuevas tecnologías de la información y comunicación (TIC).