METAVERSO Y CIBERSEGURIDAD

“METAVERSO, REALIDAD VIRTUAL, CIBERSEGURIDAD, ¿QUÉ RELACIÓN TIENEN?”

EXTRACTO

¿QUÉ ES EL METAVERSO?

El metaverso es un mundo virtual que se mantiene siempre activo. Las personas, representadas por avatares, pueden interactuar entre ellas haciendo uso de ciertos dispositivos que hacen que te sientas dentro de él a través de la realidad virtual y aumentada.

Como ya sabemos los mundos virtuales llevan años con nosotros, en los videojuegos es donde más se encuentran presentes. Pero el metaverso pretende convertirse en una realidad alterna donde podamos salir y entrar usando dispositivos concretos, además de darnos la opción de relacionarnos e interactuar con las personas que se encuentren online. Se aspira a una inmersión total de la persona a través de gafas y sensores que reconozcan nuestros movimientos para que así el avatar los reproduzca; incluso las expresiones faciales podrían ser captadas para que las otras personas comprendan cómo nos estamos sintiendo, por lo que el lenguaje corporal sería de gran importancia en este nuevo universo.

La palabra metaverso es un acrónimo de meta, que significa trascendente, y verso, se refiere al universo. Este término proviene de una novela de 1992, escrita por Neal Stephenson, titulada Snow Crash. Se cree que no se hizo uso del término antes ya que no hay evidencias más atrás de este año. En este libro se hace referencia a un mundo virtual que fue creado para ser similar a la realidad externa. Además, el término avatar también fue acuñado por este autor en otra de sus obras, refiriéndose a una representación digital y virtual de cada ser. En esta realidad tendríamos la total libertad de crear, ya sea nuestro propio avatar dándole una apariencia distinta, como entornos diseñados en base a nuestras preferencias.

¿QUÉ PROMETE?

Dentro de este mundo virtual habrá oportunidad de hacer cosas diferentes y crear otra dimensión que se puede convertir en una extensión de nuestra vida. El metaverso espera ofrecer un dinamismo parecido al mundo físico. Podríamos crear nuestro propio negocio, comprar vestimentas virtuales, coches virtuales, y quién sabe quizás hasta una casa virtual.

También sería posible socializar a través de eventos, reuniones, conocer a personas… En el ámbito laboral podría suponer un gran cambio en cómo se percibe y se lleva a cabo ciertos trabajos, ya que en las reuniones virtuales no te verían a ti, sino a tu avatar, por lo que puedes estar desaliñado mientras trabajas y nadie te juzgaría. La otra ventaja es que se conseguiría conectar con personas de otros países y así participar en reuniones a distancia, pero con un tipo de intercambio más cercano ya que nuestros compañeros podrán ver nuestro avatar, el cual emite movimientos corporales y faciales a tiempo real. Además, nos encontraríamos en una oficina virtual lo que transmitiría una sensación parecida a estar en una reunión del mundo material.

¿CÓMO SE COMERCIALIZARÁ DENTRO DEL METAVERSO?

Sería de gran importancia establecer un objeto virtual estándar dentro del metaverso para que así el usuario pueda emplearlo en cualquier lugar de esta nueva dimensión. Los NFTs (Non-Fungible Tokens) resultarían ideales para comercializar, ya que se trata de activos virtuales que gracias al blockchain se pueden comprar, poseer y distribuir de forma legal. Estos NFTs en la actualidad ya están siendo utilizados, pueden ser desde obras de arte, cuadros, canciones, gifs, vídeos, imágenes… los cuales son únicos e irremplazables y no existen en la vida real. El usuario al comprarlo adquiere un certificado digital en el que figura una codificación especial que aporta seguridad y garantía a su dueño de su validez y su singularidad.