INNOVAR EN CIBERSEGURIDAD DESDE LAS PERSONAS (I)

Autor: Marcelo Ruano Serna

Resumen:

En los últimos años ha quedado patente que nos hallamos ante una transición imparable. La transformación digital, la digitalización y la orientación hacia los modelos de negocio basados en datos han empezado a ser un imperativo para las grandes y las medianas empresas. El contexto actual de cambio de paradigma está haciendo desaparecer algunas profesiones y provocando la aparición de otras totalmente nuevas. El espíritu de los tiempos parece indicar que este cambio va a ocurrir y será inevitable. No obstante, para que esta transición tenga un impacto efectivo a corto y largo plazo hace falta un ingrediente fundamental: la innovación.

Este artículo servirá de introducción para contextualizar una idea central que se irá desarrollando a lo largo de varios episodios: las personas como elemento central en el ámbito de la ciberseguridad. Debido a ello, se resaltará en posteriores textos la importancia de los equipos multidisplinares en el mundo actual y el rol complementario que pueden desempeñar profesionales procedentes de otras disciplinas, con formación en ciberseguridad, en este campo.

En este artículo en primer lugar se describirá brevemente el entorno cambiante ambiguo e impredecible en el que nos hallamos. Además, se presentaran algunas tendencias relacionadas con el futuro del trabajo. Posteriormente se presentarán algunas definiciones del término innovación.

Para concluir y con el objetivo de innovar se incluirán algunas reflexiones acerca del valor añadido que puede aportar un perfil profesional complementario a los perfiles provenientes del sector IT y las ventajas de los equipos multidisciplinares. Todo ello se desarrollará con más profundidad en el siguiente artículo de esta serie.

Palabras Clave: innovación , criminología, ciberseguridad

 

Un mundo cada vez más complejo

 

La segunda década del siglo XXI dio comienzo de una forma totalmente inesperada con una pandemia mundial que ha acelerado múltiples tendencias preexistentes. En este complejo escenario interactúan diferentes variables: geopolítica, economía, desigualdad, medio ambiente y tecnología.

Se ha configurado un mundo muy complejo de abordar y comprender que nos afecta en todos los ámbitos de nuestra vida y por supuesto también en el ámbito laboral. El trabajo es una de las áreas más importantes en la vida de las personas y actualmente se halla en los inicios de una gran transformación.

 

Mirar hacia atrás para comprender el futuro

 

De la misma manera que la revolución industrial obligó a replantear el concepto mismo del trabajo actualmente nos hallamos ante una situación muy similar. Durante la primera y la segunda revolución industrial el anterior modelo sociopolítico, económico y laboral se desvaneció.

En este contexto se establecieron los fundamentos del empleo de la época: las personas (asalariados, proletarios, dueños), tecnologías (máquina de vapor y maquinaria industrial) medios de transporte (ferrocarril, barcos de vapor etc) y procesos (producción en cadena).

De todo ello surgieron nuevos productos, una diferente organización social, modelos económicos e ideologías políticas. Actualmente nos hallamos en un contexto similar de grandes cambios en todos los ámbitos que sufrieron una gran transformación en los siglos XIX y XX.

 En el siguiente apartado haremos mención a los cambios que ya están ocurriendo en el ámbito laboral.

 

Grandes tendencias sobre el futuro del trabajo

 

A día de hoy somos cada vez más conscientes de las tendencias tecnológicas globales que afectan al mundo del empleo. La robotización, automatización, transformación digital, inteligencia artificial y la toma de decisiones basadas en datos son conceptos que han empezado a salir al debate público en materia laboral en los últimos años.

Grandes consultoras, empresas de recursos humanos, universidades, think tanks e incluso organizaciones internacionales llevan años analizando tendencias para tratar de anticipar el futuro del trabajo. Todas estas organizaciones coinciden en una cosa, se van a producir grandes cambios y la innovación será clave para poder adaptarnos al trabajo del futuro. Un futuro cada vez más cercano.

Algunas de las tendencias acerca del futuro del trabajo identificadas por la Consultora Deloitte son las siguientes:

  • Cambios demográficos y mayores habilidades tecnológicas por parte de la fuerza de trabajo.
  • Cambios en las relaciones laborales y los roles profesionales. En los últimos años se ha detectado un gran aumento de los profesionales que trabajan por proyectos y freelancers frente a la idea tradicional de trabajar toda la vida desempeñando las mismas tareas en una misma empresa.
  • Cambios en el espacio de trabajo. La idea de trabajar en un cubículo en un gran edificio de oficinas ha dejado de resultar atractivo. Cada vez existen políticas laborales más flexibles que permiten trabajar en remoto en mayor o menor medida.

La  Organización Mundial del Trabajo (OIT) tiene una comisión que investiga el futuro del trabajo y ha identificado grandes tendencias que afectan al futuro del empleo. Algunas de ellas son las siguientes: demografía, cambio climático, migraciones, robotización y brecha tecnológica o la actitud hacia el trabajo.

Parece claro que ante este cambio inevitable hemos de ser audaces y considerar la situación de incertidumbre como una oportunidad. No obstante, para poder adaptarnos a esta transformación en nuestras vidas y en el empleo hemos de ser flexibles, capaces de reinventarnos y estar dispuestos a innovar.

 

Innovar ¿Eso qué es?

 

La Real Academia Española  define innovación como: 1. Acción y efecto de innovar. 2. Creación o modificación de un producto y su introducción en un mercado. Esta definición como se puede apreciar es poco precisa. No abarca en su totalidad el concepto de innovación, ya que es poco concreta en su primera acepción y se centra en el resultado (producto) en la segunda.

Para tratar de definir la innovación uno de los documentos de referencia en materia de innovación es el Manual de Oslo. En este texto se conceptualiza la innovación como algo que se puede medir. Además de ser medible   existe un elemento diferenciador que es la implementación, poner en práctica el nuevo producto o forma de hacer las cosas. Esto último es lo que de verdad diferencia la innovación de conceptos similares como puede ser la invención.

El Manual de Oslo define la innovación de la siguiente forma: “una innovación es un nuevo o mejorado producto o proceso (o una combinación de ambos) que difiere de manera significativa de los productos o procesos previos de la unidad que se han puesto a disposición de potenciales usuarios (producto) o se ha llevado a cabo por la unidad (proceso). OCDE/EUROSTAT (2018).

El concepto “unidad” hace referencia al actor responsable de la innovación.

De esta definición general se identifica dos tipos diferentes de innovación:

  • Innovación de producto.
  • Innovación de proceso de negocio.

Como hemos visto la innovación se puede medir y para ser considerada como tal debe de implementarse, es decir ponerse en práctica. Una idea novedosa o una invención que no se llevan a la práctica no podrían considerarse innovación si seguimos el manual de la OCDE y Eurostat.

 

Innovar en ciberseguridad desde las personas

 

Como se mencionó en un artículo anterior las personas somos la primera y última línea de defensa en el ámbito de la ciberseguridad. Las personas somos víctimas, facilitadores y autores de los ciberdelitos, somos creadores, desarrolladores usuarios y propietarios de las redes y dispositivos, y también creadores y destinatarios de políticas y estrategias de ciberseguridad.

Las personas jugamos un rol muy importante en el ámbito de la ciberseguridad. Sumado a ello, somos un elemento clave en la innovación ya que somos las personas las que seguimos manteniendo el monopolio de la misma.

En el siguiente artículo de esta serie, entraremos en materia y describiremos algunas de las competencias y habilidades necesarias para hacer frente a los nuevos retos laborales y a los riesgos y amenazas que existen actualmente. También se planteará el rol complementario que pueden jugar los profesionales procedentes de otras disciplinas (con una adecuada formación en ciberseguridad) ante el nuevo mundo post-pandémico.

En futuros trabajos además se propondrá una idea interesante: los equipos de trabajo multidisciplinares en ciberseguridad para hacer frente a un mundo complejo.

¡No os lo perdáis!

 

Marcelo Ruano Serna – Graduado en Criminología y Seguridad.

 

Bibliografía:

OECD/Eurostat (2018), Oslo Manual 2018: Guidelines for Collecting, Reporting and Using Data on Innovation,4th Edition, The Measurement of Scientific, Technological and Innovation Activities, OECD