La teoría de juegos: valoración de escenarios y actores

Autor: Álvaro Mota Garrido

Resumen

La teoría de juegos es un método de análisis de escenarios empleado en una multitud de campos desde hace décadas. Nos permite evaluar situaciones complejas de una forma simplificada, dándonos la posibilidad de evaluar cómo las decisiones de otros actores pueden afectar a nuestros resultados esperados.

A la hora de evaluar la situación ante la que nos encontramos, es tan importante saber cuáles son los resultados posibles, como cuáles son los sesgos que pueden afectar a las decisiones de nuestros adversarios. Esto no debe ignorarse nunca porque, aunque la teoría de juegos se basa en la racionalidad de las personas, los seres humanos a veces nos guiamos por impulsos irracionales que pueden alejarnos de la solución óptima y/o esperada por otros.

Palabras clave: Equilibrio de Nash, teoría de juegos, análisis, persuasión

La teoría de juegos. Convertir un escenario complejo en un tablero.

Cuando queremos analizar una situación, podemos hacerlo de muchas maneras, desde simplemente pensar en nuestras opciones a considerar el impacto eventos con posibilidades minúsculas, como el impacto de un meteorito o encontrar el número ganador de la lotería de esa semana paseando por la calle. 

Sin embargo, desde hace casi 70 años, grandes académicos como Morgenstern y Von Neumann nos han dado una herramienta que se emplea en una multitud de campos: la teoría de juegos.

La teoría de juegos es una rama de la matemática que estudia las estrategias disponibles para una serie de actores, a fin de encontrar cual es la opción disponible más ventajosa para sus objetivos. Idealmente, ambos actores siempre optarán por una situación que les favorezca y, al mismo tiempo, no les ponga en una situación en la que el riesgo de obtener grandes pérdidas sea alto (Morgenstern y Von Neumann, 1953).

Juegos de suma variable

En los juegos no cooperativos, cada jugador buscará su propio beneficio, independientemente de que esto favorezca o no a los demás. Dentro de los múltiples tipos de juegos que existen, en este artículo nos centraremos en los juegos de suma variable con dos jugadores. 

En este tipo concreto de juegos, ambos participantes deben tomar una decisión, basándose no solo en sus intereses; también en cómo la decisión de su oponente puede afectar a su propio resultado.

En este tipo de juegos, debemos atender a una situación conocida como equilibrio de Nash. El equilibrio de Nash es aquella situación en la que los jugadores no tienen ningún incentivo a cambiar su estrategia, considerando lo que haga su oponente (Myerson, 1999). Para visualizar esto de forma sencilla, estudiaremos el “juego de la caza”.

Juego de la caza

Dos cazadores van al bosque. Pueden decidir ir juntos y cazar un ciervo o ir por separado y cazar animales pequeños. Si uno decide cazar al ciervo solo, no lo conseguirá y se quedará con los pocos animales pequeños que el otro cazador haya dejado.

Traduciendo este juego a una tabla, la presentación será la siguiente:

Teoría de juegos

(Nota: en la tabla, la primera cifra corresponde al resultado para A y la segunda para B)

Los números representan el orden de preferencia: 1 es la situación menos deseada y 4 la más beneficiosa para cada jugador.

Ante estas posibilidades, es claro que lo mejor para ambos sería cooperar y poder así cazar un ciervo (4). Sin embargo, si deciden no cooperar, no correrán el riesgo de ir solos a por el ciervo y, en el caso de que el otro lo intente, podrán conseguir más animales pequeños (3). En este caso, la decisión que no incentiva al cambio no es la de colaborar, sino la de no hacerlo (2).

El peligro de los juegos: los seres humanos no somos tan racionales.

Atendiendo a este ejemplo, se observa claramente como los cazadores están perdiendo la solución óptima en favor de una más estable. Sin embargo, ya sabemos que la realidad no se ajusta a los modelos teóricos tan bien como querríamos. Somos humanos y hay multitud de efectos que pueden influenciarnos: desde la sociedad en la que vivimos a nuestras creencias en materia de justicia, confianza o lealtad, entre muchas otras.

Mailath (1998), defendió que, si bien la teoría de juegos es una herramienta muy útil para el análisis económico, los dos pilares en los que se basa tienen sus limitaciones en el mundo real.

Ni las personas son seres puramente racionales, ni estos van a entender siempre los intereses de sus oponentes en un juego competitivo. Esto es lo que hace que no solo sea importante entender en qué juego estamos a la hora de valorar nuestras opciones; también debemos saber contra quién estamos jugando.

La necesidad de un análisis apropiado como paso previo al juego

A la hora de valorar un escenario, un debido análisis de los oponentes es tan importante como conocer si estamos ante un juego se suma variable o si no. Puede que nuestro adversario favorezca tener no el máximo posible, sino simplemente más que nosotros. O que su estrategia esté basada en la cooperación, aun si esto le pone en riesgo.

En la evaluación de un escenario no ventajoso, puede ser de interés centrarse más en buscar cómo modificar los intereses de nuestro oponente. Esto puede lograrse mediante diferentes métodos. Desde la persuasión coercitiva, de la que podéis aprender en el artículo de mi compañera Kateryna Andriana Ivashkiv, hasta enmascarar los resultados posibles o su probabilidad, mediante campañas de desinformación.

Referencias

Mailath, G. J. (1998). Do people play Nash equilibrium? Lessons from evolutionary game theory. Journal of Economic Literature, 36(3), 1347-1374.

Morgenstern, O., Von Neumann, J. (1953). Theory of games and economic behavior. Princeton university press.

Myerson, R. B. (1999). Nash equilibrium and the history of economic theory. Journal of Economic Literature, 37(3), 1067-1082.

Álvaro Mota

Analista de Inteligencia