FIVE EYES (III): POTENCIAL Y RIESGOS DEL 5G DESDE LOS COLECTIVOS DE INTELIGENCIA

Autor: Álvaro Mota Garrido

Resumen

El desarrollo de la tecnología 5G está agilizando y optimizando el funcionamiento de muchas empresas. Su integración en entornos públicos y privados conlleva unas grandes ventajas.

Sin embargo, la desconfianza por parte de países y agencias sobre algunos de los grandes productores de esta tecnología está suponiendo una serie de inconvenientes. No solo una ralentización en su incorporación, sino un aumento de las tensiones políticas entre países. Esto trae asociado una serie de desventajas adicionales, como un atraso tecnológico respecto a competidores o un mayor coste de la implementación de estos avances. Son costes que cada país debe valorar, junto con los beneficios de la colaboración en materia de inteligencia con otras naciones y el riesgo al robo de información.

Palabras clave: 5G, China, Huawei, Reino Unido, Five Eyes

5G, el nuevo salto en las comunicaciones.

La tecnología 4G supuso, a finales de la década de los 2000, un gran avance a la hora de compartir datos entre dispositivos móviles. Usar YouTube o enviar un video deseando una feliz navidad al grupo de la familia es posible gracias al 4G. Pero, ya desde 2018, la población general ha oído hablar de la siguiente evolución en la transmisión de información: el 5G.

Esta nueva red cuenta con una mayor eficiencia y velocidad de transmisión que las redes actuales, reduciendo a su vez la latencia en el envío de datos.

China es el mayor productor y consumidor de tecnología 5G

En la actualidad, muy pocas compañías desarrollan los dispositivos de implantación de la tecnología 5G a gran escala. Si bien comienzan a aparecer más y más dispositivos que pueden trabajar con redes 5G, como teléfonos móviles, las empresas que fabrican los elementos que hacen estas posible son, principalmente, Ericsson, Nokia, ZTE y Huawei, siendo la última la que ha que mayor parte del mercado ocupa.

Peligros y sospechas sobre esta tecnología 5G

Como ya se ha comentado en las dos partes anteriores de esta serie, «compartir información en un mundo conectado» y «el equilibrio entre privacidad y seguridad«; cualquier entidad que trabaje con datos sensibles quiere disponer de información, y poder compartirla, sin  miedo a que esta pueda ser robada o filtrada.

Las acusaciones contra Huawei

Debido al funcionamiento de las redes 5G, basado en la virtualización de redes, países como Estados Unidos sospechan que firmas chinas, principalmente Huawei, han incorporado en la programación de sus equipos puertas traseras. Estas permitirían, supuestamente, el acceso a los datos que circulan por ellos, dando al gobierno y ejército chinos acceso a la información presente en redes que contasen con equipos 5G de Huawei.

En 2019, el gobierno de Estados Unidos lanzó acusaciones contra la tecnológica china, llegando a perseguir, en 2020, a la firma mediante la Racketeer Influenced and Corrupt Organizations Act (RICO). Esta ley se creó en los años 70 para actuar contra organizaciones criminales.

El conflicto entre Estados Unidos y Huawei no solo se limita, ni se debe, a la tecnología 5G. Evidentemente, las relaciones entre la potencia americana y el país de origen de Huawei, China, son demasiado extensas y complejas como para abarcarlas en este artículo.

Después de que Estados Unidos prohibiese que los dispositivos de Huawei se empleasen en la construcción de redes 5G, llegando a incluir a la marca en la lista negra de empresas del Bureau of Industry and Security (BIS). A raíz de esta decisión, varios países que estaban desarrollando proyectos 5G con Huawei, decidieron seguir los pasos de la potencia occidental y comenzaron a prohibir el empleo de su tecnología.

Entre los países que se sumaron a esta acción, destacan Canadá, Nueva Zelanda y Australia. Todos estos países forman el Five Eyes, junto con Reino Unido, que decidió, inicialmente, seguir permitiendo su uso.

Para ver cómo la colaboración entre agencias de inteligencia puede influir en las decisiones tomadas por un país, vamos a observar el caso de Reino Unido, debido a su reciente cambio de opinión respecto a Huawei.

Después de que el resto de los miembros de Five Eyes se uniesen en la prohibición de instalar antenas y otros componentes de la firma china, Reino Unido decidió continuar empleando estos. Sin embargo, a finales de noviembre, el gobierno británico anunció que, a partir de septiembre de 2021, las redes 5G del país no podrán incorporar equipo de Huawei y que el ya instalado deberá ser removido para 2027.

La decisión de cortar, o notoriamente limitar, la  participación de Huawei ha traído consecuencias negativas para todos estos países. Además de hacer sus relaciones con China más dificiles, la velocidad a la que podrán desarrollar sus redes 5G se verá ralentizada, a la vez que  el coste de estas aumentará.

Conclusiones

El desarrollo tecnológico es una pieza más en la competitividad, especialmente en un mundo globalizado como en el que hoy en día vivimos. No obstante, la seguridad de la información no puede ser desestimada en favor de mantenerse al día con estos avances, especialmente si vienen de entidades o países de los que se desconfía.

Es por esto por lo que, a pesar de que una entrada tardía a la nueva era de la comunicación pueda tener consecuencias negativas en el corto y medio plazo; muchas agencias de inteligencia están dispuestas a asumir este coste. Esto les permitirá obtener unas redes más seguras, en el largo plazo.

Ser el segundo viene con un precio

En lo referente al 5G, China ha tomado la delantera, como lo hizo Estados Unidos con el 4G. Esto ha obligado a otros países a caer en costes añadidos para evitar el avance de esta tecnología, bien limitando o prohibiendo el uso de dispositivos de origen chino. En algunos casos, al menos en Estados Unidos, se están destinando fondos para financiar la sustitución de los aparatos de Huawei  por otros de marcas que no sean chinas.

Álvaro Mota

Analista de Inteligencia