Desafíos de la inteligencia en la era de la (des)información

Autor: Marta Mallavibarrena

RESUMEN

El pensamiento analítico puede no ser suficiente para el análisis de inteligencia en la era actual de la (des)información. El avance de la tecnología y la globalización multiplican la cantidad de información disponible, tanto verídica como fabricada. Sin el conocimiento de estos desafíos y la planificación de estrategias igualmente novedosas para afrontarlos, cualquier análisis que se realice está abocado al fracaso.

Palabras clave: Fake News, Desinformación, Inteligencia, Tecnología

Introducción

En ocasiones anteriores ya hemos hablado de que los analistas de inteligencia somos humanos, y como tales, nos equivocamos. Hace unas semanas revisábamos algunos de los sesgos cognitivos más comunes en los que podemos incurrir al realizar este tipo de tareas. Queda claro entonces que es imprescindible para un analista desarrollar y aplicar un pensamiento crítico, analítico y objetivo, pero puede que hayamos alcanzado un punto en el que estas aptitudes no sean suficiente.

En el contexto actual en el que se crea, comparte y procesa una enorme cantidad de información de manera instantánea, la era de la desinformación y las “fake news”, y donde la tecnología avanza a una velocidad increíble, al analista de inteligencia se le plantean diversos desafíos a tener en cuenta.

Desafíos presentes y futuros

Desde los primeros smartphones que permitían conexión a internet en cualquier lugar a través de las redes 3G en el año 2003 (Korhonen, 2003), hasta las pulseras inteligentes y otros tipos de wereable technology actuales, nuestra información viaja con nosotros a dónde vayamos, y podemos enviarla desde donde quiera que estemos. En un escenario de guerra de información eso implica que cualquier persona, en cualquier punto del planeta, es un posible objetivo, ya sea para obtener de ella información, u ofrecérsela.

Una de las tendencias de las que más se habla en la actualidad, y que podría aplicarse a infinidad de casos. Por mencionar uno de ellos, los llamados Deep Fakes, han dificultado todavía más la diferenciación entre Fake News y aquellas que no lo son, incluyendo vídeos y voz de personas reales, o incluso creando “personas que no existen”. Investigadores de NVIDIA lanzaban en febrero de 2019 This person does not exist, un programa capaz de generar imágenes hiperrealistas de una persona (no real) a partir de miles de imágenes de otras personas (reales). (Chesney, 2018; Karras, 2019)

Uno de los primeros Deep Fakes es ganar popularidad en la red fue en el que el actor Jim Carrey aparecía en el rol de Jack Nicholson en la película El Resplandor en 2019.

Si con la introducción de internet ya se hablaba de una interconexión global entre las personas, las RRSS han conseguido que dicha conexión sea instantánea y masiva, facilitando también que individuos particulares tengan mayor audiencia que algunos medios de comunicación. Este contexto beneficia también a ideas aunque por el momento continúan siendo minoritarias, ganan relvancia gracias a los algoritmos internos de las redes por la polémica aque generan.

Casos como el de Donald Trump en Twitter, dejan constancia de la creciente importancia de estas plataformas en la política. (Castells, 2007)

Con el creciente número de dispositivos conectados, ya no solo nosotros tenemos o generamos información, sino que nuestro reloj, o nuestra nevera también son posibles puntos de entrada para un ataque informático y disponen de información desde nuestros hábitos de consumo hasta nuestras constantes vitales, o nuestra posición geográfica.

En 2017 la compañía Strava publicaba un mapa de calor en el que se mostraban las localizaciones y movimientos de los suscriptores a su servicio de fitness en un periodo de dos años, información obtenida a través de sus relojes inteligentes. Este mapa permitía localizar y mapear bases militares así como los movimientos de los soldados dentro de las mismas. En Beirut, la Coalición contra el Estado Islámico reconoció que debía revisar su política en cuanto al uso de dispositivos de esta índole en las instalaciones. (Sly, 2018)

Conclusiones

Las nuevas tecnologías y sus consecuencias en la sociedad dan lugar a un enorme número de variables que escapan a nuestro control, dificultando la realización de cualquier análisis. Es imprescindible, al menos, conocer cuales son los desafíos que plantean, e idealmente, trabajar en el desarrollo de estrategias para afrontarlos.

Tendemos a tratar como futuristas sucesos que ya son una realidad, y con ello permitimos que quienes sí reconocen la importancia de estos cambios puedan emplearlos contra nosotros.

If you torture the data long enough, it will confess to anything –

Paolo Magrassi

Referencias

Castells, M. (2007). Communication, power and counter-power in the network society. International journal of communication, 1(1), 29.

Chesney, R., & Citron, D. K. (2018). Deep fakes: a looming challenge for privacy, democracy, and national security.

Korhonen, J. (2003). Introduction to 3G mobile communications. Artech House

Sly, L. (2018). U.S. soldiers are revealing sensitive and dangerous information by jogging. The Washington Post

Marta Mallavibarrena – Psicóloga y Analista de Inteligencia