BIOTERRORISMO ¿EL TALÓN DE AQUILES DE ESPAÑA?

Autor: Amanda Pérez Gómez

Resumen.

¿Qué se entiende por armas biológicas? Según INTERPOL, se consideraría como tal la “diseminación intencionada de agentes biológicos o toxinas para hacer daño y causar la muerte a civiles, animales o plantas con la intención de intimidar o coaccionar a un gobierno o a la población civil en favor de objetivos políticos o sociales.”[1] Se trata de una metodología de ataque antiquísima que ha azotado sociedades a lo largo de la historia a través de diversas variantes, y que se ha convertido en un tiempo récord en una de las mayores desafíos mundiales de los últimos años. Es por ello que ante tales riesgos futuros conviene preguntarnos si estamos preparados.

Palabras clave

Bioterrorismo; Armas biológicas; Yihadismo; COVID-19; España.

Armas biológicas y organizaciones terroristas. 

Bien son sabidas las intenciones de organizaciones terroristas como Al Qaeda o Estado Islámico de hacerse con armas biológicas, llegando al punto de pretender comprárselas a los propios Estados. Actualmente el terrorismo yihadista es el principal foco de preocupación, organizaciones como Al Qaeda desde sus inicios ha tenido entre sus ambiciones la posesión de armas de destrucción masiva, entre las cuales se incluyen las nucleares, biológicas y químicas.

Por otro lado, Estado Islámico, aun habiendo atacado varias instalaciones de armas químicas en Irak[1], no ha conseguido obtener resultados fructíferos.[2] A pesar de que la peligrosidad es baja, el biólogo y antropólogo Peter Walsh no duda afirmar que pueden llegar a recurrir a individuos contagiados por ébola en las regiones de África Occidental para su utilización[3].

De forma paralela no cabe duda de la participación de la organización Boko Haram (localizada en Nigeria, Camerún, Chad, Níger y Mali, aliada de ISIS) en la expansión del ébola en la zona mediante la contaminación del agua utilizando sangre infectada, de fallecidos o enfermos.[4] Además de la obstaculización de campañas de vacunación en Nigeria.[5]

Igualmente, constan investigaciones que han descubierto documentos en manos de yihadistas seguidores de ISIS y Al Qaeda con estudios en biología y química, en los que el mismísimo Osama Bin Laden proporcionaba información y documentación para la comisión de atentados y fabricación de armamento biológico.[6] Esto ha sido demostrado por el Ministerio de Defensa Español quien afirma que dichos ataques podrían ser realizados por individuos o células ajenos a las organizaciones terroristas, pero que defiendan sus propios ideales.[7]

El pasado año 2019, fue detenida la científica Abrar al-Kubaisi por desarrollar armas químicas y biológicas para Estado Islámico: sulfuro de mostaza, cloro y risina. «La doctora Abrar al-Kubaisi era la figura más destacada de ese equipo, pero tenían muchos más biólogos, químicos y farmacéuticos trabajando en el ISIS y el proyecto era montar laboratorios móviles para poder ser usados en todo el territorio del califato o donde fuera necesario. Era algo así como una fábrica de municiones al pie del cañón».[8]

Una vez esclarecida la voluntad sobre la adquisición de armas biológicas es importante cuantificar la realidad sobre el binomio voluntad-capacidad que realmente poseen estas organizaciones. Se han supuesto diversas vías de actuación que van desde una complejidad alta hasta las metodologías más básicas y rudimentarias. “Los costos y requisitos tecnológicos para su desarrollo son bajos aunque su detonación no es sencilla”.[9] A pesar de las facilidades que pudiera proporcionar este tipo de armas, la verdad es que la materialización de los mismos se aleja de las manos de ISIS y Al Qaeda.[10]

 

El proyecto de biocriminalización: Planes de actuación.

La Unión Europea ha trabajado sobre el Plan de Acción NRBQ del año 2008 cuya finalidad se centraba en reducir los peligros naturales o intencionados, incluidos terroristas, estableciendo una serie de medidas de prevención o de paliación.[11]

A nivel internacional la OTAN insta al trabajo coordinado y multilateral,[12] siendo necesario el enfoque transatlántico.[13] Sin embargo reconoce las evidentes diferencias entre países en relación a las capacidades operativas;[14] mientras que unos países cuentan con materiales de vanguardia otros no poseen ni tan siquiera una regulación legislativa óptima de la materia. Como si de un juego de domino se tratara, en cuanto una pieza falle el resto caerá también, algo que se está pudiendo comprobar en nuestros días, habiendo traspasado el COVID fronteras internacionales en un tiempo récord, sumiéndonos en una crisis global. Por este motivo la OTAN desarrolló la «Resolution 321 on terrorism with chemical, biological, radiological and nuclear weapons» instando a los Estados a la máxima protección y control de información en cuanto agentes biológicos se trata.[15]

Centrándonos en España, el Comité Nacional de Planes Civiles de Emergencia, (dependiente del Gabinete de Crisis del Gobierno español) puso en marcha tras el 11-S los planes convenientes para hacer frente a los riesgos NBQ.[16]

 

Plan Nacional de Biocustodia. 

En el año 2019 fue aprobado el Plan Nacional de Biocustodia hacia la protección frente ataques con armas biológicas, además de establecerse con miras a evitar cualquier tipo de brote. Es curioso que por aquel entonces se promoviera la creación de este propósito ante el peligro innato de brotes por SARS, MERS o enfermedades como el ébola o el zika. De tal manera con la aprobación de las medidas contenidas en el mismo se podrían detectar de manera precoz, prevenir y fatigar dichos brotes en caso de darse.

El Informe de Seguridad Nacional avisaba del significativo aumento en la demanda de materiales estratégicos y sensibles referentes a este tipo de armas, además del desarrollo tecnológico para su fabricación.[17]

Por todo ello, teniendo en consideración: el interés de las organizaciones terroristas por hacerse con armas biológicas, la inexperiencia de los planes de prevención (tanto a nivel internacional, europeo como nacional) y la crisis global que ha supuesto el COVID-19, resultaría conveniente una revaloración en cuanto a las medidas de prevención y actuación que España debe adoptar para mermar los peligros que un posible ataque con armas biológicas podría suponer.


[1] RT. (2014). Irak: El almacén de armas químicas de Sadam Husein cae en manos del EIIL. RT.

[2] RT. (2014). Irak denuncia que terroristas tomaron un antiguo depósito de armas químicas. RT.

[3] RT. (2014). El virus del Ébola podría convertirse en un arma biológica en manos de terroristas. RT.

[4] Moya, A. C. (2015). Amenaza bioterrorista y ébola. Instituto Español de Estudios Estratégicos.

[5] Castro, C. (2020). De las enfermedades emergentes al bioterrorismo: un mundo bajo la amenaza biológica. El Independiente.

[6] Homeland Security News Wire. (2014). Captured documents reveal IS’s interest in acquiring bioterror weapons. Homeland Security News Wire.

[7] Francisco, L. A. (2015). Recurso al empleo de agentes bioquímicos por parte de organizaciones terroristas de inspiración yihadista. Observatorio CISDE.

[8] Sierra, G. (2019). Capturaron a la experta en armas químicas del Estado Islámico. Infobae

[9] Stern, Jessica; “Obtención y empleo de armas”; en Howard, Russell D. y Sawyer, Reid L.; op. cit., pág. 167.

[10] Katz, Rebecca: «Biological Weapons: A National Security Problem that Requires A Public Health Response», Princeton University, Working Paper 2001-04, en  https://opr.princeton.edu/papers/opr0104.pdf.

[11] Machín, N. (2014). Las armas biológicas. Perspectivas de futuro. UNISCI.

[12] Maroto Rubio, M.; Rojano, B.; Calvo, E.: “Bioterrorismo”, JANO, Servicio de Medicina Interna I. Hospital Clínico Universitario San Carlos (La Medicina Hoy), vol. 64, nº 1470. JANO (4-10 abril de 2003).

[13] «Resolution 321 on terrorism with chemical, biological, radiological and nuclear weapons», OTAN, Asamblea Parlamentaria (4-10 Abril de 2003), en http://www.nato-pa.int/default.asp?SHORTCUT=284

[14] Barnaby, Wendy (2002): Fabricantes de epidemias. El mundo secreto de la guerra biológica, Madrid, Siglo veintiuno de España editores, S.A., 2002.

[15] Íbidem.

[16] González, Miguel: “España aprueba planes de emergencia ante ataques bacteriológicos, químicos y nucleares”, El país, 17 de octubre 2001, en http://elpais.com/diario/2001/10/17/internacional/1003269610_850215.html.

[17] García, J. M. (2017). España prepara un Plan Nacional de Biocustodia para evitar el uso virus como armas biológicas. defensa.com 

 

Amanda Pérez Gomez